El 2011 se recordado como el año en que se plantearon las reformas necesarias para lograr una mejor educación para los chilenos, y nuestra Universidad fue el líder del movimiento que por primera vez se extendió transversalmente. Ser una universidad pública nos obliga a pensar siempre en el bienestar de todos los chilenos y en nuestra esencia de mantener y mejorar una educación de excelencia, libre de compromisos económicos, religiosos o políticos, y en donde no tiene cabida la sobreideologización, los totalitarismos y dictaduras.
De este movimiento debemos sacar varias lecciones, la primera es que estamos pagando un alto precio por el importante rol que hemos cumplido, y que aun tenemos enemigos muy poderosos, entre los que se encuentran aquellos grupos que nunca han sido bienvenidos y los nuevos ultras a los que debemos identificar y aislar. Que el mundo ha cambiado y que en su evolución ha adquirido un rol primordial la economía de mercado y el lucro como sus principales pilares del mal llamado progreso, dejando fuera al humanismo y todos sus principios.
Hoy día vemos con asombro y en forma impensada, como lamentable el esfuerzo de muchos no se ha visto completamente recompensado, y que por un tiempo más, se continuara favoreciendo al grupo que no formó parte de las movilizaciones y históricamente ha sido el que ha recibido la mejor educación. El saber qué año a año, se pierden talentos por carecer de oportunidades es algo que nos inquieta y nos quita el sueño, pero quien más que la Universidad de Chile se deberá velar por corregir esta injusticia.
Pero también hemos aprendido que la más prolongada paralización en tiempos modernos por la educación, nos entregó a través de la red de internet nuevas y potentes formas de comunicarnos y que gracias a ella, la paralización de actividades no resulto en un desastre de marca mayor.
En esta línea nuestro departamento mantiene la revista y hará esfuerzos en potenciar su rol en la entrega de información porque sabemos que llegamos tanto a los muy lejanos como a nuestro propios alumnos.
Dr. Ricardo Pinto Muñoz
Director
Departamento de Pediatría y Cirugía Infantil
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