Introducción: La resistencia a los antimicrobianos es uno de los problemas globales que ha alertado la OMS. Para combatirlo se ha diseñado el "Plan contra la resistencia" donde uno de sus 5 pilares es el uso racional de antimicrobianos. En este pilar, se recomienda la vigilancia del consumo de antimicrobianos, que en los hospitales puede realizarse con "vigilancia de punto de prevalencia" (PPS por sus siglas en inglés). Esta herramienta de vigilancia tiene como objetivo conocer en un momento determinado el uso de antimicrobianos en una institución hospitalaria.

Métodos: En el Hospital de niños Roberto del Río (HRR) se registró durante 1 día (30 y 31 de mayo del 2022) el consumo de cada antimicrobiano sistémico en uso en los pacientes que se encontraban hospitalizados a las 08:00 am en cada unidad clínica hospitalaria, excepto el Servicio de Salud Mental. La información se obtuvo de cada miembro del equipo central (3) del Programa de Uso Racional de Antimicrobianos de la institución. Para esto se aplicó una encuesta prediseñada, donde se registró el nombre del antibiótico, su vía de administración, motivo de indicación, la unidad clínica donde estaba hospitalizado el paciente y datos demográficos de los pacientes. Este PPS contó con la autorización del Director del Hospital y forma parte de las estrategias implementadas por el PURA de la institución para proporcionar información en cuanto al consumo de antimicrobianos. Además, se solicitó autorización al Comité de Ética de la Investigación del SSMN.

Resultados: Se aplicaron 164 encuestas, correspondiente a 164 pacientes hospitalizados en alguno de los servicios clínicos (pediatría, cirugía y traumatología, unidad de paciente crítico, oncología, hospitalizados en Unidad de Emergencia). 51/164 pacientes recibían antimicrobianos, con una prevalencia de uso de 31,1%. De los pacientes que recibían antimicrobianos, se registraron 74 prescripciones de los mismos. Los antimicrobianos más usados fueron: amoxicilina, amikacina, metronidazol, cefotaxima, ampicilina, penicilina, vancomicina y cloxacilina, correspondiendo en total a un 70,3% de los antimicrobianos prescritos. Según la clasificación aWARE de la OMS 53/74 fueron del grupo Acceso (71,6%), 18/74 del grupo Vigilancia (24,3%) y 3/74 del grupo Reserva (4,1%). De los pacientes que recibieron antibióticos 74,5% estaban hospitalizados en UPC y 25,5% en unidades de cuidados básicos. 86,5% fueron indicados como tratamiento y 11,5% como profilaxis, la mayoría profilaxis médica (83,3%). La mayoría de los diagnósticos asociados al uso como tratamiento de los antimicrobianos fueron: neumonía (30,8%), sepsis intraabdominal (13,5%) e infección del tracto urinario superior (5,8%). 75% corresponde a infección adquirida en la comunidad, 10% corresponde a IAAS y 15% a otros usos como profilaxis.

Conclusión: La prevalencia de uso de antimicrobianos en esta vigilancia fue relativamente baja, con uso principalmente de antimicrobianos del grupo acceso y muy acotado uso del grupo reserva, inferior a lo publicado por Levy et al. en PPS Hospitales de Latam (JAC 2022), pese a que el HRR es de alta complejidad. Su uso es principalmente como tratamiento de patologías adquiridas en la comunidad, mucho mayor a lo descrito en el mismo artículo.