Volumen 21 número 1 - 2 Abril - Agosto 2024
ISSN 0718-0918
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Editorial

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Hoy presentamos un nuevo número de nuestra revista Pediatría, y en ella se exponen en forma extensa 4 trabajos, los cuales ayudarán al lector a comprender de mejor manera los aspectos clínicos y de manejo de la infección urinaria y en otras formas de presentación en cáncer infantil, ambas de gran relevancia clínica. Sin embargo, hay 2 artículos que se relacionan con los animales y la salud infantil, donde se expone latamente los riesgos de la convivencia entre los primeros y nuestros niños y en un segundo artículo una revisión actualizada del manejo cuando estas lesiones ocurren, lo que da una alarma muy importante para la prevención futura de lesiones algunas muy graves, cuando nos exponemos a animales.

Hoy estamos presenciando una disminución sostenida de las tasas de natalidad, hecho ya comentado en editoriales anteriores, observamos cómo se han cambiado hábitos y preferencias de las parejas en asumir un animal de compañía antes que un hijo, y estos muchas veces preceden a la llegada de un niño a este nuevo hogar. Pero cuando mascotas y niños conviven pareciera que son más los beneficios que los riesgos. Un niño que crece con una mascota en especial perros y gatos mejoran su calidad de vida, fortalece el vínculo y la responsabilidad, reduce el estrés y disminuye los índices de depresión, permite el desarrollo educativo social pues asume deberes y responsabilidades del cuidado de su mascota como del cuidado del medio donde se desarrolla, fomentando el sentimiento de competencia y seguridad al cuidado de otros. Sin embargo, el juego, la compañía, la alegría y seguridad que entrega esta relación son las más relevantes, permitiendo que el niño desarrolle habilidades emocionales que permitirán una integración y sociabilidad mejor y más significativa. A los beneficios emocionales se suman verdaderos beneficios biológicos como es la maduración inmune en relación a la microbiota, el efecto sobre el sedentarismo y salud cardiovascular, disminución de la ansiedad y calidad de sueño entre otras.

Por último, los animales están irrumpiendo como ayudantes al manejo de estrés y del dolor de pacientes hospitalizados en nuestro hospital, estos nuevos “ayudantes” ingresan junto con nuestros niños a procedimientos y estadías prolongadas, otorgando beneficios tangibles desde el primer encuentro. Esto merece un gran reconocimiento.

Felicitamos a los autores y animamos a otros a seguir sumando información a nuestra querida comunidad.

Dr. Jorge Mackenney Poblete
Profesor Asociado de Pediatría
Facultad de Medicina
Universidad de Chile